Este viernes tengo una nueva sesión de fotos. La idea es sencilla pero me hace ilusión y tengo buenas expectativas. A veces echo de menos aquella época en que era todo un misterio lo que iba a salir de cada sesión hasta que la revelabas y tenías los contactos en las manos. Día sí, día no recorría la ciudad para ir al Pro-40 o a Zebra o a ese laboratorio tan majo que teníamos al lado de la facultad y que, mira por donde se me ha olvidado completamente como se llamaba. Pobrecillos, espero que hayan podido adaptarse a este gran cambio.
Recuerdo con añoranza aquellos tiempos en los que Kodak era una marca poderosa, símbolo de profesionalidad y prestigio. Os acordáis de los Kodak Passport? Aquel programa elitista para viajeros fotógrafos en el que por una considerable cantidad de cientos de miles de pesetas (sí, pesetas!) accedías a un viaje exclusivo al que no podía llegar cualquiera, no por el precio, sino porque como en su momento ocurría en Studio 54, tenías que ser alguien en el mundo de la fotografía y solo se invitaba a participar a algunos elegidos.
Siempre pensé que algún día mi nivel como profesional me permitiría acceder a uno de esos exóticos y especiales viajes. Que pena que todo haya desaparecido antes de que se me ocurriera siquiera echar un vistazo al próximo destino! Ni siquiera he podido encontrar ninguna referencia en Internet a estos míticos viajes. Cuando debió tener lugar el último?... 2001?
Al menos todavía me quedan carretes de 35mm de recuerdo! Esos que algún día serán piezas de museo.
Volviendo al tema de la sesión, no puedo adelantar todavía nada, porque a veces planeas una cosa y te sale genial pero al revés de lo que habías proyectado, así que mejor esperar a tener las imágenes (al menos virtualmente) en mis manos.
Hasta pronto, blog! El sábado espero estar mostrándote al menos las primeras fotos! ;-)
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